D. Santiago Gómez y la Familia Márquez |
El pasado día 23 de abril de 2012 antes de celebrar las
confirmaciones en nuestra parroquia, el Sr. Obispo auxiliar bendijo el fresco
de la capilla penitencial en la cual nuestro feligrés y pintor D. Miguel Ángel
Márquez plasmó en la pared la escena del “hijo pródigo” de Rembrandt.
Una
bella pintura que nos recuerda constantemente la necesidad de “volver a la casa
del Padre” a través del sacramento de la reconciliación; un don ofrecido por la
iglesia, a través del cual, nos ponemos en camino, para encontrarnos con aquel
que nos ama sin medida.
Esta capilla responde a dos
funciones ligadas a dos tipos de demanda diferente: por una parte, la petición
de una conversación con el sacerdote, ya sea para hablar sencillamente con él,
o de un modo más preciso, la petición del sacramento. Para la función
sacramental, esta capilla responde al menos a tres criterios. El primero es
simplemente humano: el lugar es lo suficientemente íntimo y discreto para que
las personas se encuentren a gusto. El segundo es de orden religioso: el lugar
es lo suficientemente agradable que ofrece
un entorno distinto al de un simple despacho, sacristía o sala de reuniones. El
tercero es propiamente cristiano: evoca simbólicamente al Dios rico en
misericordia.
Desde aquí damos las gracias a
nuestro hermano Miguel Ángel Márquez. Que ha puesto su tiempo, su cariño en la
realización de ésta obra.